Mi amigo Alberto
Hoy os voy a hablar a mi amigo Alberto.
Lo conozco desde hace ya algunos años. Es un tío inteligente, con su carrera universitaria, su Master y sus ganas locas de trabajar.
Hace años que trabajaba en una empresa, parecía fuerte y sólida, pero con la CRISIS su empresa (para la cual trabajaba) se vio abocada a diversos problemas; primero fueron unos meses con retraso en los pagos de las nóminas y, finalmente, el "gracias por los servicios prestados, pero mañana no vuelvas".
El otro día me llamó. Quería consejo profesional, pero, sobre todo, hablar con un amigo.
Desde julio está en el paro. No ha cobrado finiquito, tiene una hipoteca considerable, su mujer apenas llega a los 900 euros y, además, tiene dos preciosas boquitas que alimentar.
Le hablé de un reportaje de elmundo.es sobre como cobrar el paro y como conseguir un nuevo trabajo. Pero su problema no es ese.
Desde julio que no ha cobrado el paro. Ha acudido reiteradas veces a su oficina del INEM a averiguar que es lo que pasa, ha llamado otras tantas veces a un 901 para preguntar por su situación,... y siempre recibe la misma respuesta: "Su solicitud la han recibido, pero aun no ha sido aprobada, todavía está en la cola"
Tres meses sin cobrar, y tampoco le han asegurado que en noviembre pueda cobrar el mes de octubre (junto con los otros tres meses que le adeudan).
Mientras tanto, a su banco le importa tres cominos que el Estado no le pague, ellos le pasan la cuota de su casa (que necesita mi amigo Alberto para vivir) y la cuota del coche (que necesitaba para ir a trabajar).
A la tienda de comestibles tampoco le importa que mi la familia de mi amigo Alberto solo tenga novecientos euros al mes para pagar dos préstamos, luz, agua, gas y alimentar a cuatro bocas. Es mas, no creo que quiera él ir a mendigar ni al banco ni a las tiendas, para eso tiene su orgullo.
Pero, desgraciadamente, el caso de mi amigo Alberto es, ya, el de muchas familias en España. Mientras el Gobierno sigue negando la mayor. Para ellos no hay crisis.
Mi amigo Alberto tiene la familia que le puede ayudar, de hecho creo que le están ayudando; pero la de familias que no tienen quien le pueda ayudar y tienen que recurrir a la mendicidad o a Cáritas.
Mi amigo Alberto tiene mi apoyo, todo mi apoyo, él lo sabe, pero hay muchos que no tienen quien les puede ayudar.
Zapatero, ¿En qué piensas?
Lo conozco desde hace ya algunos años. Es un tío inteligente, con su carrera universitaria, su Master y sus ganas locas de trabajar.
Hace años que trabajaba en una empresa, parecía fuerte y sólida, pero con la CRISIS su empresa (para la cual trabajaba) se vio abocada a diversos problemas; primero fueron unos meses con retraso en los pagos de las nóminas y, finalmente, el "gracias por los servicios prestados, pero mañana no vuelvas".
El otro día me llamó. Quería consejo profesional, pero, sobre todo, hablar con un amigo.
Desde julio está en el paro. No ha cobrado finiquito, tiene una hipoteca considerable, su mujer apenas llega a los 900 euros y, además, tiene dos preciosas boquitas que alimentar.
Le hablé de un reportaje de elmundo.es sobre como cobrar el paro y como conseguir un nuevo trabajo. Pero su problema no es ese.
Desde julio que no ha cobrado el paro. Ha acudido reiteradas veces a su oficina del INEM a averiguar que es lo que pasa, ha llamado otras tantas veces a un 901 para preguntar por su situación,... y siempre recibe la misma respuesta: "Su solicitud la han recibido, pero aun no ha sido aprobada, todavía está en la cola"
Tres meses sin cobrar, y tampoco le han asegurado que en noviembre pueda cobrar el mes de octubre (junto con los otros tres meses que le adeudan).
Mientras tanto, a su banco le importa tres cominos que el Estado no le pague, ellos le pasan la cuota de su casa (que necesita mi amigo Alberto para vivir) y la cuota del coche (que necesitaba para ir a trabajar).
A la tienda de comestibles tampoco le importa que mi la familia de mi amigo Alberto solo tenga novecientos euros al mes para pagar dos préstamos, luz, agua, gas y alimentar a cuatro bocas. Es mas, no creo que quiera él ir a mendigar ni al banco ni a las tiendas, para eso tiene su orgullo.
Pero, desgraciadamente, el caso de mi amigo Alberto es, ya, el de muchas familias en España. Mientras el Gobierno sigue negando la mayor. Para ellos no hay crisis.
Mi amigo Alberto tiene la familia que le puede ayudar, de hecho creo que le están ayudando; pero la de familias que no tienen quien le pueda ayudar y tienen que recurrir a la mendicidad o a Cáritas.
Mi amigo Alberto tiene mi apoyo, todo mi apoyo, él lo sabe, pero hay muchos que no tienen quien les puede ayudar.
Zapatero, ¿En qué piensas?
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